09/04/2023
La frecuencia cardíaca es un indicador vital de nuestra salud general, un número que nos habla directamente sobre cómo está trabajando nuestro motor interno. Comprender qué es una frecuencia cardíaca saludable, cómo varía en diferentes situaciones y cómo podemos monitorearla es fundamental para mantener nuestro bienestar.
Afortunadamente, existen herramientas tecnológicas que nos ayudan en esta tarea, como los monitores de frecuencia cardíaca. Estos dispositivos, que se han vuelto muy populares tanto en el ámbito deportivo como en el de la salud, nos permiten obtener mediciones precisas en tiempo real. Pero más allá de seguir nuestras rutinas de ejercicio, ¿sabías que algunos de estos monitores pueden ser considerados herramientas médicas elegibles para ser cubiertas por cuentas de ahorro para la salud como HSA o FSA? Exploraremos este tema y desglosaremos qué significan realmente esos números que nos muestran.
Elegibilidad de los Monitores de Frecuencia Cardíaca para HSA/FSA
Una de las preguntas comunes al considerar la compra de un monitor de frecuencia cardíaca, especialmente si se busca por razones de salud más allá del fitness general, es si el costo puede ser cubierto por cuentas de ahorro o gasto flexibles. La buena noticia es que, bajo ciertas condiciones, sí son elegibles.
Los monitores de frecuencia cardíaca pueden ser reembolsados a través de Cuentas de Gasto Flexible (FSA) y Cuentas de Ahorro para la Salud (HSA). Estos dispositivos son considerados productos de diagnóstico según las directrices de SIGIS y el IRS cuando se comercializan principalmente con fines médicos. Esto incluye usos como el monitoreo de la salud cardíaca en general o la gestión de condiciones específicas como arritmias.
La razón por la que califican es porque se categorizan como herramientas de diagnóstico diseñadas para medir y evaluar métricas relacionadas con la salud. De acuerdo con los criterios de SIGIS, los dispositivos que detectan, evalúan o monitorean enfermedades o disfunciones cumplen con los requisitos de elegibilidad. Los monitores de frecuencia cardíaca comercializados para propósitos como el seguimiento de ritmos cardíacos irregulares, el monitoreo de la recuperación después de un evento cardíaco, o la gestión de condiciones crónicas, entran dentro de esta categoría.
Sin embargo, es crucial entender una distinción importante: los monitores de frecuencia cardíaca de uso general destinados a la mejora del rendimiento deportivo o el seguimiento del bienestar (por ejemplo, conteo de pasos o metas de fitness) generalmente no califican. Solo lo hacen si son específicamente recomendados por un proveedor de atención médica para una condición médica diagnosticada. Por lo tanto, si tu objetivo es monitorear una condición médica, es probable que el monitor sea elegible, pero si es solo para tu entrenamiento diario sin una recomendación médica específica, podría no serlo.
Entendiendo la Frecuencia Cardíaca en Reposo
La frecuencia cardíaca en reposo es el número de veces que tu corazón late por minuto cuando estás en un estado de calma, sin actividad física ni estrés. Aunque una frecuencia cardíaca típica no garantiza la ausencia de problemas de salud, es un punto de referencia útil para identificar una variedad de posibles problemas.
Un corazón sano bombea la cantidad justa de sangre a la velocidad adecuada para lo que el cuerpo esté haciendo en ese momento. Por ejemplo, una situación de miedo o sorpresa liberará automáticamente adrenalina, una hormona que acelera la frecuencia cardíaca. Esto prepara al cuerpo para usar más oxígeno y energía para escapar o enfrentar un peligro potencial.
La frecuencia cardíaca se mide en latidos por minuto (lpm). Para la mayoría de los adultos mayores de 10 años, incluida la población de edad avanzada, la frecuencia cardíaca típica en reposo se encuentra entre 60 y 100 latidos por minuto. Identificar si la frecuencia cardíaca de una persona está dentro de un rango típico es importante porque si una enfermedad o lesión debilita el corazón, los órganos no recibirán suficiente sangre para funcionar correctamente.
La frecuencia cardíaca en reposo puede variar dentro de este rango y se incrementará en respuesta a diversos cambios, incluyendo el ejercicio, la temperatura corporal, desencadenantes emocionales y la posición del cuerpo, como por un corto tiempo después de levantarse rápidamente.
Una frecuencia cardíaca en reposo por debajo de 60 lpm se conoce como bradicardia. Sin embargo, no siempre es necesario buscar ayuda médica para la bradicardia. Por ejemplo, algunos atletas sin problemas de salud pueden tener una frecuencia cardíaca en reposo inferior a 60 lpm debido a la eficiencia de su corazón entrenado. No obstante, la bradicardia también puede indicar una falta de oxígeno en la sangre, daño en los músculos cardíacos o alteraciones en la señalización eléctrica del corazón, entre otras causas.
Por otro lado, una frecuencia cardíaca en reposo superior a 100 lpm se conoce como taquicardia. Una persona puede experimentar taquicardia por muchas razones, incluyendo infecciones, anemia, disfunciones cardíacas y presión arterial baja. Si la frecuencia cardíaca en reposo de una persona cae consistentemente fuera del rango de 60 a 100 lpm, podría ser un indicio de problemas de salud subyacentes y debería ser evaluada por un profesional.
La Frecuencia Cardíaca Durante el Ejercicio
Durante el ejercicio, la frecuencia cardíaca aumenta porque el corazón late más rápido para bombear más sangre y oxígeno a todo el cuerpo, que demanda más recursos debido a la actividad. Sin embargo, cuando se entrena para mejorar la condición física, es importante no someter al corazón a un esfuerzo excesivo.
Aunque la frecuencia cardíaca aumenta debido a la actividad física, con el tiempo y el entrenamiento regular, es posible que se produzca una disminución general de la frecuencia cardíaca objetivo y de reposo. Esto se debe a que el ejercicio fortalece el músculo cardíaco. Un corazón más fuerte puede bombear un mayor volumen de sangre con cada latido. Esto significa que puede latir menos veces para llevar los nutrientes y el oxígeno necesarios a las diferentes partes del cuerpo, volviéndose más eficiente. Esta es una de las grandes ventajas del entrenamiento cardiovascular regular.
La Asociación Americana del Corazón (AHA) establece que la frecuencia cardíaca máxima durante el ejercicio debe ser aproximadamente igual a 220 lpm menos la edad de la persona. Sin embargo, dado que el cuerpo de cada individuo reacciona de manera diferente al ejercicio, los expertos en salud clasifican la frecuencia cardíaca objetivo como un rango conocido como la zona de frecuencia cardíaca objetivo.
La frecuencia cardíaca de una persona debería caer dentro de este rango cuando se ejercita con una intensidad del 50% al 85%, también conocida como esfuerzo. Monitorear tu frecuencia cardíaca durante el ejercicio con un monitor puede ayudarte a mantenerte dentro de tu zona objetivo, asegurando que estás trabajando lo suficiente para beneficiar tu corazón sin sobrecargarlo. Aquí presentamos una tabla con las zonas de frecuencia cardíaca objetivo y máxima aproximadas por edad:
| Edad (años) | Zona de frecuencia cardíaca objetivo (50% a 85% de esfuerzo) (lpm) | Frecuencia cardíaca máxima promedio (100% de esfuerzo) (lpm) |
|---|---|---|
| 20 | 100 a 170 | 200 |
| 30 | 95 a 162 | 190 |
| 35 | 93 a 157 | 185 |
| 40 | 90 a 153 | 180 |
| 45 | 88 a 149 | 175 |
| 50 | 85 a 145 | 170 |
| 55 | 83 a 140 | 165 |
| 60 | 80 a 136 | 160 |
| 65 | 78 a 132 | 155 |
| 70 | 75 a 128 | 150 |
| 75 | 73 a 123 | 145 |
| 80 | 70 a 119 | 140 |
| 85 | 68 a 113 | 135 |
| 90 | 65 a 111 | 130 |
Es importante recordar que estos son promedios y rangos generales. Factores individuales pueden influir en estos números.
Recomendaciones de Ejercicio para la Salud Cardíaca
Los expertos en salud recomiendan hacer ejercicio regularmente para trabajar hacia una frecuencia cardíaca saludable y fortalecer el sistema cardiovascular. El CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) sugiere las siguientes cantidades y niveles de ejercicio por semana:
- Más de 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada por semana. Ejemplos incluyen caminar a paso ligero o clases de aeróbicos, distribuidos en al menos 5 días por semana.
- Más de 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa por semana. Ejemplos incluyen trotar, correr o step-aeróbicos, distribuidos en al menos 3 días por semana.
- Una mezcla equivalente de actividad aeróbica de intensidad moderada y vigorosa. Una combinación de caminar y correr, por ejemplo, en 2 o más días por semana.
Además de la actividad aeróbica, también es recomendable incluir actividades de fortalecimiento muscular. En 2 o más días a la semana, una persona puede realizar ejercicios que trabajen todos los principales grupos musculares, como piernas, caderas, espalda, abdomen, pecho, hombros y brazos. Esta combinación de ejercicio aeróbico y de fuerza contribuye significativamente a una mejor salud cardíaca.
Preguntas Frecuentes
¿Puedo usar mi cuenta HSA o FSA para comprar un monitor de frecuencia cardíaca?
Sí, los monitores de frecuencia cardíaca son elegibles para reembolso a través de HSA y FSA si se comercializan principalmente con fines médicos, como monitoreo de salud cardíaca o gestión de condiciones. Los monitores para fitness general no califican a menos que sean recomendados por un médico para una condición diagnosticada.
¿Qué se considera una frecuencia cardíaca en reposo normal para un adulto?
Para la mayoría de los adultos mayores de 10 años, una frecuencia cardíaca en reposo normal está entre 60 y 100 latidos por minuto.
¿Qué significa si mi frecuencia cardíaca en reposo es inferior a 60 lpm?
Una frecuencia cardíaca en reposo por debajo de 60 lpm se llama bradicardia. Puede ser normal en atletas con corazones muy eficientes, pero también podría indicar problemas de salud. Si no eres atleta o tienes síntomas, es recomendable consultar a un médico.
¿Qué significa si mi frecuencia cardíaca en reposo es superior a 100 lpm?
Una frecuencia cardíaca en reposo por encima de 100 lpm se llama taquicardia. Puede ser causada por diversas razones como infecciones, anemia, o disfunciones cardíacas. Si es persistente, deberías buscar evaluación médica.
¿Cómo calculo mi frecuencia cardíaca máxima y mi zona objetivo de ejercicio?
Una estimación general para la frecuencia cardíaca máxima es 220 menos tu edad. La zona de frecuencia cardíaca objetivo para ejercicio se encuentra generalmente entre el 50% y el 85% de tu frecuencia cardíaca máxima. Puedes consultar la tabla proporcionada en este artículo para ver rangos aproximados por edad.
¿Por qué mi frecuencia cardíaca en reposo puede disminuir con el tiempo si hago ejercicio regularmente?
El ejercicio fortalece el músculo cardíaco. Un corazón más fuerte bombea más sangre por latido, lo que significa que necesita latir menos veces por minuto para satisfacer las necesidades del cuerpo, tanto en reposo como durante la actividad.
Monitorear tu frecuencia cardíaca y comprender qué significan esos números puede ser una herramienta poderosa para cuidar tu salud cardíaca y optimizar tus rutinas de ejercicio y descanso. Siempre es recomendable hablar con un profesional de la salud si tienes preocupaciones sobre tu frecuencia cardíaca o si buscas asesoramiento personalizado.

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