¿Cómo suena cuando necesitas pastillas de freno nuevas?

Frenos de Bici: ¿Por Qué Hacen Ruido Lento?

03/02/2022

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El silencio de un paseo en bicicleta es a menudo interrumpido por un sonido molesto y penetrante: el chirrido de los frenos. Si bien este ruido puede aparecer en cualquier momento, es especialmente notorio cuando rodamos despacio, quizás porque el ruido ambiental es menor o porque la forma en que aplicamos los frenos cambia a bajas velocidades. Este sonido no solo es incómodo, sino que también puede ser una señal de que algo no está funcionando correctamente en tu sistema de frenado. Abordar la causa subyacente es crucial para mantener la seguridad y el rendimiento de tu bicicleta.

Los frenos de una bicicleta, ya sean de disco o de llanta (V-Brake o cantilever), funcionan mediante la fricción para convertir la energía cinética en calor y detener la rueda. Cuando esta fricción no es suave y controlada, se generan vibraciones que percibimos como ruido, a menudo un chirrido o un rechinido agudo. Identificar la causa específica del ruido es el primer paso para solucionarlo. Aquí exploraremos las razones más comunes por las que tus frenos de bicicleta hacen ruido, especialmente a bajas velocidades, y cómo puedes ponerles remedio.

¿Cómo suena cuando necesitas pastillas de freno nuevas?
Chirridos o chillidos provenientes de los frenos El chirrido de las pastillas de freno suele deberse a un desgaste excesivo. Una vez desgastadas lo suficiente, empezará a oír un chirrido, lo que también dañará los discos, encareciendo aún más la reparación.

Las causas más comunes del ruido en los frenos de bicicleta a baja velocidad

Existen diversas razones por las que tus frenos pueden estar haciendo ruido. A menudo, la causa es relativamente simple y fácil de solucionar. Sin embargo, en algunos casos, puede indicar un problema que requiere más atención. Entender estas causas te ayudará a diagnosticar el problema.

1. Contaminación de las superficies de frenado

Esta es, con diferencia, la causa más frecuente de frenos ruidosos. La contaminación ocurre cuando sustancias extrañas, como aceite, grasa, líquido de limpieza (incluso algunos limpiadores de bicicletas o ceras de cadena mal aplicadas), o suciedad y barro, entran en contacto con las pastillas (frenos de disco) o zapatas (frenos de llanta) y la superficie sobre la que frenan (el disco o la llanta). Esta contaminación altera el coeficiente de fricción, provocando que la pastilla o zapata "patine" y "agarre" repetidamente a alta frecuencia, lo que genera el chirrido. A baja velocidad, la presión de frenado puede ser diferente, lo que podría acentuar este comportamiento stick-slip.

¿Cómo ocurre la contaminación? Puede ser tan simple como tocar el disco o la llanta con los dedos sucios, un goteo de lubricante de cadena, o pulverizar productos de limpieza cerca de los frenos. Incluso el polvo de la carretera o los residuos de la goma de los neumáticos pueden contribuir.

Solución: Limpiar a fondo las superficies de frenado y las pastillas/zapatas. Para frenos de disco, retira la rueda y las pastillas. Limpia el disco con un limpiador específico para frenos de disco o alcohol isopropílico (alcohol de farmacia) usando un paño limpio y que no suelte pelusa. Limpia las pastillas de la misma manera. Si están muy contaminadas, a veces se pueden lijar suavemente sobre una superficie plana para eliminar la capa superficial contaminada, pero si la contaminación ha penetrado profundamente, puede que necesiten ser reemplazadas. Para frenos de llanta, limpia la superficie de frenado de la llanta y las zapatas con alcohol isopropílico. Asegúrate de que no queden residuos. Es fundamental no tocar las superficies limpias con los dedos.

2. Pastillas o zapatas desgastadas

Las pastillas de freno de disco y las zapatas de freno de llanta son consumibles que se desgastan con el uso. Tienen un grosor mínimo recomendado. Cuando se desgastan demasiado, especialmente las pastillas de disco, la base metálica de la pastilla puede empezar a rozar contra el disco. Esto no solo causa un ruido metálico muy desagradable (diferente al chirrido de contaminación), sino que también daña el disco y reduce drásticamente la capacidad de frenado, convirtiéndose en algo peligroso. Algunas pastillas de disco tienen un indicador de desgaste metálico diseñado para hacer ruido cuando alcanzan su límite, alertando al ciclista.

En las zapatas de llanta, el desgaste reduce el material de goma o compuesto. Si se desgastan en exceso, la zapata puede empezar a tocar partes metálicas del portazapatas o incluso la propia llanta de forma irregular, causando ruido. Además, las zapatas desgastadas pueden acumular pequeñas partículas metálicas o de arena que rayan la llanta y hacen ruido.

Solución: Inspecciona visualmente el grosor de tus pastillas o zapatas. Si están cerca del grosor mínimo recomendado por el fabricante (generalmente alrededor de 0.5 mm a 1 mm de material restante en las pastillas de disco) o si ves que el metal está cerca de tocar o ya toca el disco/llanta, es hora de reemplazarlas. Reemplazar las pastillas/zapatas desgastadas es crucial para la seguridad y el correcto funcionamiento del freno.

3. Desalineación del sistema de freno

Un freno desalineado puede causar ruido constante o intermitente. En los frenos de disco, si la pinza no está centrada sobre el disco, las pastillas pueden rozar ligeramente el disco continuamente, incluso cuando no estás frenando. Esto puede empeorar al aplicar el freno, causando vibraciones y ruido. En los frenos de llanta, si las zapatas no están correctamente alineadas con la superficie de frenado de la llanta, o si no tienen la ligera inclinación hacia adelante (conocido como "toe-in") que ayuda a prevenir el chirrido, pueden vibrar y hacer ruido al frenar.

La desalineación puede ocurrir después de un golpe, un ajuste incorrecto, o simplemente con el uso.

Solución: Realinear la pinza de freno de disco o las zapatas de freno de llanta. Para una pinza de disco, afloja ligeramente los dos tornillos que la sujetan al cuadro o la horquilla. Aprieta la maneta de freno firmemente y, mientras la mantienes apretada (esto centra la pinza sobre el disco), vuelve a apretar los tornillos de la pinza alternándolos. Para frenos de llanta, ajusta la posición de las zapatas para que contacten la llanta de manera uniforme y con la ligera inclinación frontal recomendada. Asegúrate de que no toquen el neumático.

4. Superficies de frenado (disco o llanta) sucias o dañadas

Así como las pastillas/zapatas, el disco o la llanta también pueden estar sucios o dañados. Un disco de freno doblado o una llanta desgastada o con irregularidades causarán un contacto inconsistente con las pastillas/zapatas, generando ruido y vibraciones. La suciedad incrustada o los residuos en el disco o la llanta también alteran la fricción.

Solución: Limpia el disco o la llanta con un limpiador adecuado. Inspecciona el disco para ver si está doblado (puedes notarlo visualmente o al girar la rueda y ver si roza la pinza en un punto específico) o la llanta para ver si tiene irregularidades o desgaste excesivo. Un disco ligeramente doblado a veces se puede enderezar con una herramienta específica, pero si el daño es significativo, o si la llanta está muy desgastada, deberán ser reemplazados.

5. Material de las pastillas o zapatas

El material del que están hechas las pastillas de disco o las zapatas de llanta influye significativamente en su rendimiento y en el ruido que generan. Las pastillas de disco suelen ser orgánicas (o de resina) o metálicas (o sinterizadas). Las orgánicas tienden a ser más silenciosas, tienen un mejor tacto inicial y funcionan bien en seco, pero se desgastan más rápido y pueden perder eficacia con el calor o la humedad. Las metálicas ofrecen mayor potencia de frenado, son más duraderas y resisten mejor el calor y el agua, pero a menudo son más ruidosas, especialmente en frío o mojado. Las zapatas de llanta también varían en material (compuestos para diferentes condiciones o tipos de llanta, como carbono).

Si tienes pastillas metálicas, un cierto nivel de ruido, sobre todo en mojado o a baja velocidad, puede ser normal. Sin embargo, un chirrido muy fuerte y persistente suele indicar otro problema.

Solución: Si el ruido es una preocupación principal y el rendimiento de tus frenos metálicos te resulta excesivo o el ruido intolerable, podrías considerar cambiar a pastillas orgánicas, siempre que sean compatibles con tu pinza y estilo de ciclismo (las orgánicas no son ideales para descensos largos o condiciones muy húmedas/fangosas). Para zapatas de llanta, asegúrate de usar el compuesto adecuado para tu tipo de llanta (aluminio o carbono).

Tabla Comparativa: Pastillas de Freno de Disco (Tipos Comunes)

CaracterísticaPastillas Orgánicas (Resina)Pastillas Metálicas (Sinterizadas)
RuidoGeneralmente más silenciosasMás ruidosas (especialmente en mojado/frío)
Potencia InicialBuena (mordida inicial fuerte)Requieren más temperatura para máxima potencia
Potencia TotalMenor que metálicasMayor que orgánicas (especialmente en condiciones adversas o con calor)
DurabilidadMenorMayor
Resistencia al Calor (Fade)MenorMayor
Rendimiento en Mojado/BarroInferiorSuperior
Uso TípicoCiclismo recreativo, XC ligero, ciclistas que buscan silencioEnduro, Descenso, E-bikes, condiciones húmedas/abrasivas

6. Falta de "asentamiento" o "bedding-in"

Cuando instalas pastillas y discos de freno nuevos, es fundamental realizar un proceso de asentamiento o "bedding-in". Este proceso consiste en realizar frenadas controladas para transferir una capa fina y uniforme de material de las pastillas al disco. Sin un asentamiento adecuado, las pastillas no contactan el disco de manera óptima, lo que resulta en un rendimiento de frenado deficiente y, a menudo, ruido.

Solución: Si tus frenos son nuevos y hacen ruido, especialmente si nunca realizaste el proceso de asentamiento, hazlo. Busca una zona segura y despejada. Acelera a unos 20-25 km/h y frena firmemente (pero sin llegar a bloquear la rueda ni detenerte completamente) hasta casi parar. Repite esto unas 15-20 veces. Luego, acelera a una velocidad un poco mayor (unos 30-35 km/h) y frena con más fuerza (pero sin bloquear) hasta casi parar, repitiendo esto unas 10-15 veces. Permite que los frenos se enfríen entre series de frenadas largas. Este proceso crea la capa de transferencia necesaria para un frenado silencioso y potente.

7. Humedad

Rodar bajo la lluvia o lavar la bicicleta puede causar un chirrido temporal en los frenos. El agua actúa como lubricante temporal y, al evaporarse, puede dejar residuos que causan ruido. En los frenos de disco, el agua también puede oxidar ligeramente la superficie del disco, y esta fina capa de óxido se lija con las primeras frenadas, generando ruido.

Solución: Este tipo de ruido suele desaparecer por sí solo después de unas pocas frenadas, una vez que el agua se evapora y las superficies se limpian mutuamente. Si persiste, puede ser que el agua haya arrastrado suciedad o que tus pastillas/disco necesiten una limpieza más a fondo.

¿Por qué el ruido es más notorio a baja velocidad?

Aunque las causas del ruido suelen ser las mismas independientemente de la velocidad, hay varias razones por las que el chirrido puede ser más perceptible o diferente a baja velocidad:

  • Menor ruido ambiental: A velocidades bajas, el ruido del viento, el tráfico y el rodar de los neumáticos es menor, permitiendo que el sonido de los frenos destaque más.
  • Diferente presión de frenado: A menudo, a baja velocidad aplicamos menos fuerza en las manetas. Algunas causas de ruido, como la contaminación o una desalineación leve, pueden manifestarse de manera diferente o ser más audibles con una presión de frenado menor y un contacto más suave entre las superficies.
  • Resonancia: Los sistemas de freno, como cualquier estructura, tienen frecuencias de vibración naturales. A ciertas velocidades o con ciertas presiones, el sistema puede entrar en resonancia, amplificando el sonido. La baja velocidad podría coincidir con una de estas frecuencias resonantes para tu bicicleta particular.

Consejos para prevenir el ruido en los frenos

La mejor manera de lidiar con los frenos ruidosos es prevenir que ocurran en primer lugar:

  • Mantén tus frenos y la bicicleta en general limpios.
  • Evita que lubricantes o productos de limpieza en spray caigan sobre discos, llantas, pastillas o zapatas. Si usas lubricantes en spray, aplícalos con cuidado y limpia el exceso inmediatamente.
  • Revisa regularmente el desgaste de tus pastillas y zapatas.
  • Asegúrate de que tus pinzas o puentes de freno estén correctamente alineados.
  • Realiza el proceso de asentamiento cada vez que cambies pastillas o discos.
  • Si lavas la bicicleta con agua y jabón, enjuaga bien los frenos y, si es posible, sécalos o realiza unas pocas frenadas suaves después para que se sequen por fricción.

Preguntas Frecuentes sobre Frenos Ruidosos

¿Es peligroso que mis frenos hagan ruido?
Un simple chirrido por contaminación o humedad no suele ser inmediatamente peligroso, aunque es molesto. Sin embargo, si el ruido es un rechinido metálico fuerte, podría indicar pastillas/zapatas completamente desgastadas, lo cual sí es peligroso por la pérdida de capacidad de frenado y el daño que causa. Cualquier ruido es una señal de que algo no está óptimo y debe investigarse para evitar problemas mayores.

¿Puedo seguir usando mi bicicleta si los frenos hacen ruido?
Depende de la causa del ruido. Si es solo por humedad o una ligera contaminación, probablemente sí, pero deberías limpiarlos pronto. Si el ruido indica desgaste extremo o un problema de alineación que afecta el rendimiento de frenado, es mejor no usar la bicicleta hasta que el problema se solucione.

¿El clima afecta el ruido de los frenos?
Sí, la humedad (lluvia, niebla, charcos) es una causa muy común de ruido temporal. Algunas pastillas (especialmente las metálicas) son inherentemente más ruidosas en condiciones húmedas.

¿Necesito herramientas especiales para solucionar el ruido?
Para limpieza, necesitas limpiador y paños limpios. Para alineación, a menudo basta con llaves allen. Para cambio de pastillas/zapatas, también llaves allen o destornilladores, y posiblemente una herramienta para separar pistones en frenos de disco. Para enderezar un disco doblado, se necesita una herramienta específica para discos. La mayoría de las soluciones básicas están al alcance del ciclista casero con herramientas comunes.

Mis frenos hacen ruido solo al principio de la salida, luego paran. ¿Qué significa?
Esto a menudo se debe a la humedad que se ha acumulado durante el tiempo que la bicicleta ha estado parada. Las primeras frenadas secan las superficies y el ruido desaparece. También puede ser un indicio de que las pastillas o el disco/llanta necesitan una limpieza.

Conclusión

El ruido en los frenos de tu bicicleta a baja velocidad es un problema común con múltiples causas posibles. Desde una simple contaminación que requiere limpieza hasta pastillas desgastadas que necesitan reemplazo, pasando por problemas de alineación o falta de asentamiento. Identificar la causa específica es clave para aplicar la solución correcta.

Prestar atención a estos ruidos y abordarlos a tiempo no solo mejora la experiencia de conducción al eliminar el molesto chirrido, sino que, lo que es más importante, garantiza que tu sistema de frenado funcione de manera segura y eficiente. Si no te sientes cómodo diagnosticando o reparando el problema tú mismo, no dudes en acudir a un taller de bicicletas profesional. Unos frenos que funcionan bien son fundamentales para tu seguridad en cada salida.

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