Palancas para Neumáticos: Tu Mejor Aliada

09/05/2023

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En el mundo del ciclismo, enfrentarse a un pinchazo es una experiencia casi garantizada. Forma parte de la aventura, ya sea en la carretera, en la montaña o simplemente de camino al trabajo. Si bien siempre puedes recurrir a un taller o pedir ayuda a un compañero, saber cómo solucionar un pinchazo por ti mismo te da independencia y te ahorra tiempo. Una habilidad fundamental para ello es dominar el uso de las palancas para neumáticos. No hay mejor momento que ahora para aprender a utilizarlas correctamente.

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Es crucial entender que, ante un pinchazo, las palancas para neumáticos son la herramienta específica y segura para desmontar y montar las cubiertas. Es tentador buscar alternativas si no las tienes a mano, como un destornillador plano u otro objeto rígido. Sin embargo, usar sustitutos improvisados es un riesgo enorme. Puedes dañar fácilmente la cámara de aire, la cubierta (el neumático en sí) o, lo que es peor, la llanta de tu rueda. Las palancas están diseñadas con formas y materiales específicos para interactuar con la cubierta y la llanta sin causar rasguños, deformaciones u otros daños. Por lo tanto, para tu seguridad y la de tu bicicleta, utiliza siempre palancas diseñadas para este fin.

¿Cómo se utilizan las palancas para neumáticos de bicicleta?
Elija un punto en el borde de la llanta que coincida con un radio. Separe el neumático de la llanta y coloque el extremo curvo de la palanca debajo del borde de la llanta. Con la punta de la palanca debajo del borde de la llanta, presione la palanca usando la llanta como palanca y fije el extremo en forma de gancho al radio.

Las palancas para neumáticos suelen estar hechas de plástico duro y resistente, y se venden habitualmente en juegos de dos o tres unidades. El plástico es un material ideal porque es lo suficientemente rígido para hacer palanca, pero también lo suficientemente flexible y suave para no arañar o dañar la llanta, especialmente las de carbono o las de aluminio con acabados delicados. Para neumáticos particularmente difíciles de quitar o instalar, existen palancas fabricadas en acero o con un núcleo de acero, que ofrecen una resistencia adicional. Todas las palancas comparten una característica clave: un extremo curvado. Esta curva está diseñada específicamente para deslizarse por debajo del labio o talón del neumático, que es la parte rígida que se asienta en el borde de la llanta. La forma exacta de este extremo curvado puede variar ligeramente entre marcas, siendo completamente redondeada o más cuadrada, pero su función es la misma. Muchas palancas, aunque no todas, incluyen un pequeño gancho en el extremo opuesto. Este gancho es muy útil, ya que permite fijar la palanca a un radio de la rueda una vez que has levantado una sección del neumático, liberando tus manos para usar la segunda palanca o trabajar en otra parte de la cubierta. Esta pequeña característica puede marcar una gran diferencia, especialmente cuando estás empezando o lidiando con neumáticos difíciles.

Índice de Contenido

Cómo Quitar un Neumático con Palancas

El proceso para desmontar un neumático utilizando palancas es relativamente sencillo una vez que lo practicas. Sigue estos pasos:

  1. Desinfla Completamente el Neumático: Este es el primer paso y es fundamental. Asegúrate de que no quede nada de aire en la cámara (si usas una) o en el interior del neumático (si es tubeless). Presiona la válvula o retira el obús para liberar todo el aire. Un neumático completamente desinflado es mucho más maleable y fácil de manipular.
  2. Busca un Punto de Inicio: Elige un punto a lo largo del borde de la llanta para empezar. A menudo, un buen lugar es cerca de un radio, especialmente si tus palancas tienen el gancho para fijarse a él.
  3. Introduce la Primera Palanca: Con el neumático completamente desinflado, empuja el flanco del neumático hacia el centro de la llanta para crear un poco de holgura. Desliza el extremo curvado de una de las palancas por debajo del labio del neumático, justo donde se encuentra con la llanta. Asegúrate de que la punta de la palanca quede realmente debajo del labio del neumático y no pellizque la cámara de aire (si la hay).
  4. Haz Palanca Hacia Afuera: Usando el borde de la llanta como punto de apoyo (palanca), presiona el extremo opuesto de la palanca hacia abajo. Este movimiento levantará una sección del labio del neumático por encima del borde exterior de la llanta.
  5. Fija la Primera Palanca (Opcional pero Recomendado): Si tu palanca tiene un gancho, fíjalo a un radio cercano. Esto mantendrá esa sección del neumático fuera de la llanta, liberando tus manos para el siguiente paso. Si tu palanca no tiene gancho, puedes pedirle a alguien que la sostenga o, con cuidado, intentar mantenerla en su sitio mientras usas la segunda.
  6. Introduce la Segunda Palanca: Toma la segunda palanca. Introduce su extremo curvado por debajo del labio del neumático, a pocos centímetros del punto donde la primera palanca ha levantado la cubierta. Busca el hueco que ha creado la primera palanca. Nuevamente, asegúrate de que la punta esté debajo del labio y no pellizque nada.
  7. Desliza la Segunda Palanca: Una vez que la segunda palanca está firmemente debajo del labio, mantenla en su posición y deslízala lateralmente a lo largo del borde de la llanta. A medida que deslizas la palanca, el labio del neumático debería ir saliendo progresivamente del borde de la llanta. Continúa este movimiento alrededor de toda la circunferencia de la rueda hasta que un lado completo del neumático esté fuera de la llanta.
  8. Retira el Neumático: Una vez que un lado está completamente fuera, el otro lado del neumático generalmente saldrá con mucha facilidad, a menudo simplemente tirando de él con las manos.

Este proceso de deslizar la segunda palanca puede ser el más complicado con neumáticos muy ajustados. Si sientes que la palanca no se mueve o requiere una fuerza excesiva, detente. No querrás lesionarte si la mano se resbala. A veces, con neumáticos más flexibles o llantas con perfiles menos profundos, puede que incluso consigas quitar el neumático usando solo una palanca después de liberar la sección inicial. Prueba a ver si puedes deslizar la primera palanca por todo el borde si sientes que el neumático está lo suficientemente suelto.

¿Cómo se utilizan las palancas para neumáticos de bicicleta?
Elija un punto en el borde de la llanta que coincida con un radio. Separe el neumático de la llanta y coloque el extremo curvo de la palanca debajo del borde de la llanta. Con la punta de la palanca debajo del borde de la llanta, presione la palanca usando la llanta como palanca y fije el extremo en forma de gancho al radio.

Cómo Instalar un Neumático con Palancas

Volver a montar un neumático en la llanta suele ser un poco más fácil que quitarlo, pero las palancas pueden seguir siendo necesarias, especialmente para el último tramo ajustado. Aquí te explicamos cómo hacerlo:

  1. Coloca un Lado del Neumático: Empieza colocando un lado completo del labio del neumático dentro del canal de la llanta. Simplemente encájalo con las manos alrededor de toda la circunferencia.
  2. Inserta la Cámara (Si Aplica): Si estás usando una cámara de aire, este es el momento de insertarla dentro del neumático parcialmente montado. Infla la cámara muy ligeramente (solo un poco de aire, apenas lo suficiente para que coja forma redonda) para que no se retuerza ni se pellizque durante el montaje.
  3. Empieza a Montar el Segundo Lado con las Manos: Comienza a encajar el segundo lado del labio del neumático en el canal de la llanta utilizando tus manos. Trabaja progresivamente alrededor de la rueda. Llegarás a un punto donde el neumático estará muy tenso y será difícil, si no imposible, encajar la sección final solo con la fuerza de las manos.
  4. Posiciona la Sección Final: Intenta, si es posible, dejar que la sección final del neumático que queda fuera de la llanta coincida con la posición de la válvula de la cámara. Esto ayuda a evitar pellizcos accidentales de la cámara cerca de la base de la válvula.
  5. Utiliza la Palanca para el Tramo Final: Aquí es donde entra en juego la palanca. Toma una palanca y coloca su extremo curvado por debajo del labio del neumático que aún está fuera de la llanta. La curva de la palanca debe mirar hacia abajo, abrazando la parte interior de la llanta.
  6. Haz Palanca Hacia Adentro: Manteniendo el extremo curvado firmemente plantado en el interior del canal de la llanta, levanta el extremo opuesto de la palanca hacia arriba y sobre el borde de la llanta. Este movimiento empujará el labio del neumático hacia abajo y dentro del canal de la llanta, encajándolo en su sitio.
  7. Secciones Difíciles: Si la sección que queda fuera es muy grande y no puedes encajarla de una vez, repite el paso anterior trabajando en secciones más pequeñas del neumático, avanzando poco a poco.

Una vez que ambos labios del neumático están dentro de la llanta, antes de inflar completamente, comprueba que el neumático está bien asentado y que la cámara no está pellizcada. Puedes empujar el neumático hacia adentro alrededor de toda la circunferencia para asegurar que los labios están en el canal más profundo. Luego, infla lentamente y comprueba que el neumático se asienta uniformemente en el borde de la llanta.

Consejos Adicionales para Neumáticos Rebeldes

A veces, incluso siguiendo los pasos, algunos neumáticos y llantas parecen conspirar para hacerte la vida imposible. Aquí tienes algunos trucos para lidiar con esas cubiertas particularmente testarudas:

  • Lo que NO debes hacer: Puede que hayas oído hablar de trucos extraños para estirar un neumático apretado, como calentarlo en una secadora o usar otra fuente de calor. ¡No lo hagas! A menos que seas un experto en química de caucho, no sabes a qué temperatura exacta los agentes aglutinantes, el caucho y el nylon del neumático pueden empezar a degradarse o delaminarse. Esto puede dañar permanentemente el neumático.
  • Usa un Poco de Lubricante: Un truco profesional muy efectivo es usar un poco de agua jabonosa. Aplica una pequeña cantidad de agua con jabón (o un líquido específico para montaje de neumáticos) en el labio del neumático y en el borde de la llanta. Esto actúa como lubricante y puede ayudar a que el neumático se deslice más fácilmente en su sitio. ¡Pero ten cuidado de no mojar tus manos con jabón, o resbalarán!
  • Asegura el Asentamiento Profundo del Talón: Este es un consejo clave que a menudo se pasa por alto. Al montar el neumático, asegúrate de que el labio o talón del neumático (la parte rígida) se asiente lo más profundo posible en el canal central de la llanta, no solo descansando en el borde exterior o el gancho de la llanta. El canal central es la parte más estrecha de la llanta, lo que efectivamente reduce el diámetro que el neumático tiene que cubrir. Empujar el neumático hacia este canal (especialmente en el lado opuesto al que estás montando) puede darte el pequeño extra de holgura que necesitas para encajar la sección final.
  • La Técnica de las Manos: Aunque las palancas son la herramienta recomendada, con la técnica adecuada y mucha práctica, a veces es posible montar o desmontar un neumático usando solo las manos, especialmente si no son neumáticos muy ajustados. Los mecánicos experimentados a menudo lo hacen. El truco es usar las palmas de las manos y la base de los pulgares, que son más fuertes, en lugar de solo los pulgares, para trabajar el neumático sobre o fuera de la llanta.

A pesar de que usar las manos es posible, lesionarse por un resbalón, especialmente con las manos sudorosas a mitad de una ruta, no es nada agradable. Por eso, es mejor llevar siempre un juego de palancas para neumáticos contigo. De todas las herramientas de ciclismo, son una de las opciones más asequibles y fácilmente portátiles que puedes guardar en una bolsa de sillín o en tu caja de herramientas. Dominar su uso te dará la confianza para afrontar cualquier pinchazo y seguir rodando.

Preguntas Frecuentes sobre Palancas para Neumáticos

¿Cuántas palancas necesito?
La mayoría de los juegos vienen con dos o tres palancas. Generalmente, con dos es suficiente para la mayoría de los neumáticos, pero tener una tercera puede ser útil si el neumático es muy ajustado.
¿Puedo usar otras herramientas en lugar de palancas?
No se recomienda. Herramientas como destornilladores, cuchillos o llaves pueden dañar la cámara, el neumático o la llanta. Las palancas están diseñadas para ser seguras.
¿Las palancas de plástico son lo suficientemente fuertes?
Sí, para la mayoría de los neumáticos, las palancas de plástico resistente son adecuadas y seguras para la llanta. Para neumáticos extremadamente difíciles, las de acero o con núcleo de acero pueden ser necesarias, pero úsalas con más cuidado para no dañar la llanta.
¿Por qué mi neumático es tan difícil de quitar/poner?
Algunas combinaciones de neumáticos y llantas son naturalmente más ajustadas debido a las tolerancias de fabricación. El material del neumático o la llanta, el diseño del talón y el perfil del canal de la llanta influyen. Los neumáticos nuevos suelen estar más rígidos.
¿Es normal pellizcar la cámara al intentar montar el neumático?
Es un error común, especialmente al principio. Ocurre cuando la palanca pellizca la cámara entre el labio del neumático y el borde de la llanta. Asegúrate de que la punta de la palanca solo esté debajo del labio del neumático y de que la cámara esté ligeramente inflada y bien metida dentro del neumático.
¿Cómo sé si el neumático está bien asentado en la llanta?
Una vez inflado a baja presión, observa la línea guía que suele haber en el flanco del neumático, justo por encima del labio. Esta línea debe estar visible y uniformemente separada del borde de la llanta alrededor de toda la circunferencia. También puedes escuchar un "pop" o varios "pops" al inflar a mayor presión, que indican que el talón se está encajando correctamente en el borde de la llanta.

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