09/09/2022
La búsqueda de la optimización del rendimiento deportivo ha llevado al desarrollo de diversos modelos de planificación del entrenamiento. Estos modelos difieren, fundamentalmente, en cómo distribuyen la frecuencia, el volumen y la intensidad a lo largo del tiempo. Mientras que la frecuencia (sesiones semanales) y el volumen (kilómetros, tiempo) son relativamente sencillos de cuantificar, la intensidad es un factor más complejo que requiere un control preciso para asegurar que estamos entrenando al ritmo adecuado.

Para comprender la intensidad de entrenamiento, es crucial diferenciar entre la intensidad absoluta (un ritmo o velocidad específica) y la intensidad relativa (el nivel de esfuerzo que esa velocidad representa para cada individuo). Conocer tu intensidad relativa es fundamental para definir tus zonas de entrenamiento y saber exactamente qué porcentaje de tu capacidad estás utilizando en cada sesión.

- Determinando Tus Zonas de Intensidad
- ¿En Qué Consiste el Entrenamiento Polarizado?
- Beneficios del Enfoque Polarizado
- Aspectos Cruciales Antes de Adoptar el Entrenamiento Polarizado
- Polarizado vs. Piramidal: Un Debate en la Ciencia del Deporte
- Aplicando el Entrenamiento Polarizado en Ciclismo
- Preguntas Frecuentes sobre el Entrenamiento Polarizado
- Conclusión
Determinando Tus Zonas de Intensidad
La intensidad relativa se determina conociendo tus umbrales de entrenamiento. Al identificar el primer umbral (VT1 o umbral aeróbico) y el segundo umbral (VT2 o umbral de lactato/OBLA), podemos establecer un modelo de zonas de entrenamiento trifásico comúnmente utilizado en la planificación deportiva:
- Zona 1 (Z1): Intensidad baja, por debajo o alrededor del primer umbral. Esfuerzo muy cómodo, donde se puede mantener una conversación fluida.
- Zona 2 (Z2): Intensidad moderada, entre el primer y el segundo umbral. Esfuerzo incómodo pero sostenible durante periodos prolongados, la conversación se vuelve más difícil.
- Zona 3 (Z3): Intensidad alta, por encima del segundo umbral. Esfuerzo muy elevado, solo sostenible durante periodos cortos, es casi imposible hablar.
La jerga Z1-Z3 se utiliza para expresar la duración del entrenamiento en cada zona. Por ejemplo, 60 minutos en Z1 significa 60 minutos a una intensidad correspondiente a la Zona 1.
¿En Qué Consiste el Entrenamiento Polarizado?
El entrenamiento polarizado ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente en deportes de resistencia como el ciclismo, la carrera a pie o el triatlón. Su auge se debe, en parte, a estudios que avalan sus beneficios a nivel aeróbico y a los éxitos de deportistas de élite que lo han adoptado.
Polarizar el entrenamiento significa concentrar la mayor parte del esfuerzo en los extremos del espectro de intensidad, es decir, combinar entrenamientos de muy baja intensidad (Z1) con entrenamientos de muy alta intensidad (Z3), minimizando el tiempo dedicado a intensidades medias (Z2). La regla general, aunque no estricta, suele ser una distribución 80/20: aproximadamente el 80% del tiempo de entrenamiento se realiza en Z1 y el 20% restante en Z3.
Este enfoque contrasta con otros modelos. Por ejemplo, el entrenamiento de umbral tiende a acumular más tiempo en Z2 (quizás un 60% en Z1 y un 40% en Z2), mientras que un enfoque basado puramente en intervalos de alta intensidad (HIIT) podría repartir el esfuerzo de manera más equitativa entre Z1 y Z3, o incluso incluir Z2.
Beneficios del Enfoque Polarizado
Una de las ventajas del modelo polarizado es que define las zonas de entrenamiento basándose en umbrales fisiológicos (como el lactato o los umbrales ventilatorios VT1/VT2) en lugar de un simple porcentaje de la frecuencia cardíaca máxima o del VO2máx. Estas variables fisiológicas tienden a ser más estables y reflejan mejor el estado metabólico del deportista que la frecuencia cardíaca, la cual puede verse alterada por factores externos como el estrés, el calor o la deshidratación.

Acumular un gran volumen de entrenamiento a intensidades bajas (Z1) permite construir una base aeróbica sólida. Este tipo de esfuerzo demanda menos al sistema neuromuscular y hormonal, lo que se traduce en un menor tiempo de recuperación entre sesiones. Al recuperarse más rápido, el deportista puede tolerar una mayor carga total de entrenamiento a lo largo de la semana o el mes.
Por otro lado, el tiempo dedicado a alta intensidad (Z3) estimula mejoras en la potencia, la capacidad anaeróbica y la economía de esfuerzo a ritmos elevados. Al evitar la fatiga acumulada por sesiones frecuentes en Z2, se llega a las sesiones de alta intensidad más frescos y capaces de producir esfuerzos de mayor calidad, maximizando así las adaptaciones.
Aspectos Cruciales Antes de Adoptar el Entrenamiento Polarizado
Aunque los beneficios potenciales son atractivos, es fundamental considerar varios puntos antes de lanzarse a un plan de entrenamiento polarizado:
- La Individualización es Clave: El error más común es intentar imitar directamente los planes de entrenamiento de deportistas de élite. Un profesional dedica 24 horas al día a entrenar, comer, descansar y recuperarse. Su bagaje deportivo y su capacidad de adaptación son muy superiores a los de un deportista amateur. Cualquier plan debe adaptarse a tus características personales, experiencia de entrenamiento, estilo de vida, tiempo disponible y capacidad de recuperación.
- Precisión en la Determinación de Zonas: Para aplicar correctamente el entrenamiento polarizado, es indispensable conocer tus umbrales de entrenamiento con precisión. Las estimaciones basadas únicamente en la frecuencia cardíaca máxima teórica o en datos de relojes GPS no suelen ser suficientemente exactas. La forma más fiable de determinar tus zonas es mediante pruebas de esfuerzo en laboratorio con análisis de gases (para medir VT1 y VT2) o análisis de lactato. Entrenar creyendo que estás en Z1 cuando en realidad estás en Z2, o que estás en Z3 cuando apenas llegas a Z2, anula los principios del modelo.
- La Disciplina para Mantenerse Polarizado: Sorprendentemente, para muchos deportistas, el mayor desafío del entrenamiento polarizado es ir lo suficientemente lento en las sesiones de Z1. Existe una tendencia natural a aumentar el ritmo en los rodajes fáciles, terminando por entrenar en Z2 ("la zona gris" o "millas basura"). Estas sesiones en Z2 no son lo suficientemente intensas como para generar adaptaciones significativas de alta intensidad, ni lo suficientemente suaves como para permitir una recuperación rápida. Mantenerse estrictamente en Z1 durante la mayor parte del tiempo requiere disciplina y paciencia. Del mismo modo, los esfuerzos en Z3 deben ser verdaderamente intensos para ser efectivos.
Polarizado vs. Piramidal: Un Debate en la Ciencia del Deporte
El entrenamiento piramidal es otro modelo de distribución de la intensidad muy común y con una larga tradición. Se caracteriza, como su nombre indica, por una distribución en forma de pirámide: la mayor parte del tiempo se dedica a la baja intensidad (Z1), una cantidad moderada a la intensidad media (Z2, entrenamiento de umbral) y una pequeña cantidad a la alta intensidad (Z3).
La principal diferencia con el modelo polarizado reside en el tiempo dedicado a la Zona 2. Mientras que el polarizado minimiza Z2, el piramidal incluye un volumen significativo de entrenamiento en esta zona intermedia.
La investigación científica ha comparado ambos modelos para determinar cuál es más efectivo para mejorar el rendimiento en deportistas de resistencia. Los resultados de estos estudios son variados y, a menudo, dependen del nivel de los atletas estudiados y de la duración de la intervención:
- Algunos estudios sugieren que el entrenamiento polarizado puede ser superior al piramidal o a otros modelos (como el de umbral o alto volumen sin intensidad específica) para mejorar variables clave del rendimiento de resistencia, como el VO2máx, el tiempo hasta el agotamiento y la potencia pico, especialmente en atletas bien entrenados. También se ha visto que puede ser efectivo en corredores recreativos.
- Otros estudios, sin embargo, no encuentran diferencias significativas en las mejoras de rendimiento entre planes polarizados y piramidales, especialmente en deportistas de élite. Esto podría deberse a que ambos modelos dedican una gran cantidad de tiempo a Z1, o a que en atletas de muy alto nivel las diferencias en adaptación son más sutiles.
La conclusión que emerge de la investigación es que no hay un modelo único que sea inequívocamente "el mejor" para todos y en todas las circunstancias. Ambos enfoques, polarizado y piramidal, han demostrado ser efectivos para mejorar el rendimiento de resistencia.

Es probable que la elección del modelo más adecuado dependa de factores individuales, del momento de la temporada, de los objetivos específicos del deportista e incluso de la respuesta individual a cada tipo de estímulo. Algunos autores sugieren que, en lugar de verlos como excluyentes, podrían utilizarse en combinación o de forma secuencial. Por ejemplo, un estudio encontró que alternar bloques de entrenamiento piramidal y polarizado a lo largo de una temporada podría maximizar las mejoras de rendimiento en corredores bien entrenados.
Aplicando el Entrenamiento Polarizado en Ciclismo
Para un ciclista que desea aplicar un enfoque polarizado, la estructura de la semana o el microciclo debería seguir la regla 80/20 (aproximadamente). Esto se traduciría en:
- Sesiones de Baja Intensidad (Z1 - 80% del tiempo): Múltiples salidas largas y suaves. El objetivo es acumular volumen sin generar fatiga excesiva. Debes poder mantener una conversación sin dificultad. La frecuencia cardíaca y la potencia deben mantenerse consistentemente bajas, por debajo de tu primer umbral. Estas sesiones construyen la base aeróbica, mejoran la capacidad del cuerpo para utilizar la grasa como combustible y aumentan la resistencia muscular a la fatiga.
- Sesiones de Alta Intensidad (Z3 - 20% del tiempo): Una o dos sesiones más cortas y muy intensas a la semana. Estas pueden incluir intervalos muy cortos y explosivos (sprints de 15-30 segundos), intervalos más largos por encima del segundo umbral (por ejemplo, series de 3-5 minutos a máxima intensidad sostenible), o esfuerzos en subidas cortas y empinadas. La clave es que el esfuerzo sea máximo o casi máximo para la duración del intervalo, seguido de recuperaciones amplias para poder repetir la calidad del esfuerzo. Durante estos intervalos, la conversación es imposible y la sensación de esfuerzo es altísima.
Es fundamental que, en las sesiones de alta intensidad, los periodos de recuperación entre esfuerzos sean de muy baja intensidad (Z1 completa o descanso total) para permitir que el cuerpo se recupere lo suficiente como para realizar el siguiente intervalo con la calidad requerida. Evitar la Z2 durante estas sesiones es clave para mantener el principio polarizado.
La monitorización del entrenamiento, idealmente con potenciómetro y/o pulsómetro, y el conocimiento de tus zonas basadas en umbrales precisos son herramientas indispensables para asegurar que estás cumpliendo con la distribución de intensidad deseada.
| Característica | Entrenamiento Polarizado | Entrenamiento Piramidal |
|---|---|---|
| Distribución de Intensidad (aprox.) | 80% Z1, 20% Z3 | Z1 > Z2 > Z3 |
| Énfasis Principal | Extremos (Baja y Alta) | Baja y Media |
| Tiempo en Zona 2 | Mínimo o Nulo | Moderado |
| Recuperación | Generalmente más rápida (por alto volumen en Z1) | Puede ser más lenta (por fatiga de Z2) |
| Beneficios Clave | Base aeróbica sólida + Potencia/Velocidad en Z3 | Base aeróbica + Capacidad en Umbral (Z2) |
| Adecuado para... | Amplio rango de atletas, requiere precisión en zonas | Modelo tradicional, efectivo, menos énfasis en Z3 puro |
Preguntas Frecuentes sobre el Entrenamiento Polarizado
¿Es el entrenamiento polarizado el mejor para mí?
No hay una respuesta única. El entrenamiento polarizado es un método muy efectivo, especialmente para deportistas de resistencia y aquellos que buscan una buena base aeróbica y mejoras en alta intensidad. Sin embargo, su efectividad depende de tu nivel actual, tus objetivos, tu capacidad para determinar tus zonas con precisión y tu disciplina para seguir la distribución de intensidad. Para algunos, un enfoque piramidal o una combinación de métodos podría ser más adecuada.
¿Cuánto tiempo debo seguir un plan polarizado?
Los estudios suelen evaluar intervenciones de varias semanas o meses (por ejemplo, 12-16 semanas). Para ver adaptaciones significativas con cualquier modelo de entrenamiento, se requiere consistencia a medio-largo plazo. Es común estructurar la temporada en bloques de entrenamiento, y el enfoque polarizado podría usarse en fases específicas, quizás durante periodos de construcción de base o preparación para carreras que demandan esfuerzos de alta intensidad.

¿Qué significa exactamente evitar la "zona gris" (Z2)?
Significa que la mayor parte de tu entrenamiento debe ser muy fácil (Z1, puedes conversar sin esfuerzo) o muy difícil (Z3, apenas puedes hablar, solo esfuerzos cortos). Las intensidades intermedias (Z2), donde te esfuerzas pero puedes mantener una conversación entrecortada, se minimizan o evitan. El argumento es que Z2 genera fatiga pero no estimula al máximo los sistemas energéticos de baja o alta intensidad, convirtiéndola en una zona menos eficiente para las adaptaciones deseadas por el modelo polarizado.
¿Necesito un potenciómetro para entrenar polarizado?
Un potenciómetro es una herramienta excelente para medir la intensidad con precisión en ciclismo y asegurar que estás en la zona correcta, especialmente en Z1 y Z3. Sin embargo, también puedes guiarte por la frecuencia cardíaca y la sensación de esfuerzo (RPE - Rate of Perceived Exertion), siempre y cuando hayas determinado tus umbrales con precisión inicialmente (idealmente en laboratorio) y entiendas cómo se sienten las diferentes zonas para ti.
¿Puedo adaptar este método si tengo poco tiempo para entrenar?
Sí, el principio 80/20 se puede aplicar independientemente del volumen total. Si tienes poco tiempo, podrías hacer sesiones más cortas pero muy fáciles (Z1) y una o dos sesiones cortas pero muy intensas (Z3). La clave sigue siendo la proporción del tiempo total en cada zona.
Conclusión
El entrenamiento polarizado representa una metodología de distribución de la intensidad que, al concentrar el esfuerzo en los extremos (baja y alta intensidad), busca maximizar las adaptaciones fisiológicas para el rendimiento de resistencia. Apoyado por investigación y la práctica de deportistas de élite, ofrece un camino prometedor para mejorar tanto la base aeróbica como la capacidad de generar esfuerzos de alta potencia.
Sin embargo, su éxito reside en una correcta aplicación: una determinación precisa de tus umbrales y zonas de entrenamiento, una estricta disciplina para respetar las intensidades prescritas (especialmente para ir lo suficientemente lento en Z1) y una adaptación del modelo a tus circunstancias individuales. No es una fórmula mágica universal, sino una herramienta poderosa dentro de la planificación del entrenamiento que, utilizada correctamente, puede ayudarte a alcanzar tus objetivos en el ciclismo y otros deportes de resistencia.
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