13/04/2025
Ámsterdam, la capital de los Países Bajos, es mundialmente famosa por sus pintorescos canales, su vibrante cultura y, por supuesto, por ser una de las ciudades más amigables para los ciclistas del planeta. Sin embargo, detrás de la idílica imagen de miles de bicicletas circulando por sus calles, se esconde una realidad menos conocida y bastante sorprendente que recientemente se ha vuelto viral: la enorme cantidad de bicicletas que terminan en el fondo de sus célebres vías fluviales.

La cifra es, cuanto menos, alarmante. Las autoridades encargadas de la limpieza y mantenimiento de los canales llevan a cabo una labor constante conocida popularmente como la "pesca de bicicletas". En esta peculiar faena, se rescatan del lecho de los canales una media de 15.000 bicis ¡cada año! Este volumen es tan significativo que se ha convertido en una operación rutinaria, indispensable para garantizar la navegabilidad y la salud de los ecosistemas acuáticos urbanos. Las bicicletas recuperadas suelen ser desmanteladas y recicladas, dándoles al menos un segundo propósito tras su inesperado viaje al fondo del agua.

¿Por Qué Tantas Bicicletas Acaban Sumergidas?
La pregunta del millón es: ¿cómo y por qué tantas bicicletas acaban en el fondo de los canales de Ámsterdam? No existe una única respuesta definitiva, y se barajan diversas teorías para explicar este fenómeno. Una de las razones más citadas es el vandalismo. Las noches de fiesta y el consumo de alcohol a menudo se asocian con actos impulsivos, y lanzar una bicicleta al canal parece ser, lamentablemente, una forma de gamberrada para algunos.
Otra teoría sugiere que detrás de algunos de estos lanzamientos hay vecinos que, por diversas razones (molestias por aparcamiento, ruido, etc.), expresan su frustración arrojando las bicicletas ajenas al agua. También se comenta que son los propios dueños quienes se deshacen de sus vehículos de dos ruedas en el canal cuando sufren averías mecánicas graves o costosas de reparar, viéndolo como una forma fácil y gratuita de deshacerse de ellas en lugar de llevarlas a un punto de reciclaje adecuado.
Independientemente de la causa o la combinación de causas, lo cierto es que esta práctica representa un problema tanto ambiental como económico y logístico para la ciudad. La operación de pesca requiere recursos y esfuerzos constantes, y cada bicicleta sumergida es una pérdida, ya sea para su propietario o para el patrimonio rodante de la ciudad.
El Otro Gran Desafío: El Robo de Bicicletas
La problemática de las bicicletas en los canales no es el único desafío que enfrenta Ámsterdam en relación con sus vehículos más emblemáticos. Paralelamente a la pesca anual, la ciudad lidia con una cifra estremecedora de robos de bicicletas. Se estima que cada año cambian de dueño de forma forzada alrededor de 80.000 robos de bicis. Para poner esto en perspectiva, significa que, en promedio, se roban más de 200 bicicletas al día en la que supuestamente es la ciudad más segura para ir en bici. Esta estadística subraya la necesidad de invertir en buenos candados y sistemas de seguridad, así como en infraestructuras de aparcamiento seguras.
Ámsterdam: Un Paraíso Ciclista con Sus Contrastes
A pesar de estas cifras preocupantes, la realidad es que Ámsterdam sigue siendo un modelo de ciudad ciclista a nivel mundial. La densidad de bicicletas por habitante es una de las más altas del mundo (de hecho, hay más bicis que personas). Los gigantescos aparcamientos multinivel son una vista común y un testimonio de la integración total de la bicicleta en el tejido urbano. La gente utiliza la bicicleta para ir al trabajo, a la compra, para socializar o simplemente para dar un paseo, sin importar si llueve, hace sol o sopla el viento. Esta cultura ciclista arraigada es el corazón de la movilidad en Ámsterdam.
La famosa imagen de los aparcamientos abarrotados, que a menudo se comparte para ilustrar la pasión de la ciudad por las dos ruedas, contrasta fuertemente con la imagen menos conocida de las grúas sacando bicicletas oxidadas de los canales. Son las dos caras de una misma moneda: la de una ciudad que ha abrazado la bicicleta como ninguna otra, pero que también debe gestionar los problemas derivados de esa masificación.
Comparativa de Cifras Anuales Estimadas
Fenómeno | Cifra Anual Estimada |
---|---|
Bicicletas recuperadas de canales | ~15.000 |
Bicicletas robadas | ~80.000 |
Estas cifras muestran que, si bien la pesca de bicicletas es un fenómeno llamativo y viral, el robo de bicicletas es un problema de una magnitud aún mayor en la ciudad.
Preguntas Frecuentes
¿Cuántas bicicletas se sacan del canal de Ámsterdam cada año?
Se estima que se recuperan alrededor de 15.000 bicicletas anualmente de los canales de la ciudad.
¿Es cierto que roban muchas bicicletas en Ámsterdam?
Sí, es un problema significativo. Se calcula que se roban unas 80.000 bicicletas al año.
¿Por qué la gente tira bicicletas a los canales?
Las razones varían, incluyendo actos de vandalismo, protestas de vecinos o simplemente dueños deshaciéndose de bicis viejas o rotas de forma indebida.
¿Qué hacen con las bicicletas que sacan del agua?
La mayoría de las bicicletas recuperadas son desmanteladas y sus materiales son reciclados.
Conclusión: Un Paradigma Complejo
La historia de las bicicletas en los canales de Ámsterdam es más que una simple curiosidad viral; es un reflejo de los complejos desafíos que surgen cuando un medio de transporte alternativo se convierte en el eje central de la movilidad urbana. La "pesca de bicicletas" y la alta tasa de robos son la cara B del paraíso ciclista, recordándonos que incluso en las ciudades más avanzadas en movilidad sostenible, existen problemas que requieren atención y soluciones continuas. Ámsterdam sigue siendo un faro para el ciclismo urbano, pero su experiencia también enseña que la masificación de la bicicleta trae consigo nuevos y sorprendentes retos.
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