Circuito Chico Bariloche: Un Clásico Inolvidable

Bariloche, la joya de la Patagonia argentina, ofrece un sinfín de experiencias para el viajero. Entre todas ellas, hay una que se destaca como el corazón de la ciudad: el Circuito Chico. Este recorrido no es solo un paseo, es una inmersión total en la belleza natural que caracteriza a la región, donde los elementos se combinan de manera perfecta para crear postales vivientes.

Considerado el paseo más tradicional de Bariloche, el Circuito Chico es un viaje cautivador en el que la fuerza imponente de las montañas, la serenidad de los lagos y la frondosidad de los bosques se entrelazan en un paisaje único e irrepetible. Es una ruta diseñada para deleitar los sentidos y ofrecer una variedad de actividades que van desde la contemplación en miradores estratégicos hasta la aventura en senderos ocultos, pasando por momentos de relax en playas tranquilas o la degustación de sabores locales en cervecerías con vistas espectaculares.

Si bien el circuito en sí mismo describe una vuelta de 23 kilómetros, comenzando y terminando en la rotonda del Kilómetro 18 de la Avenida Bustillo, la experiencia completa inicia mucho antes, desde el momento en que se parte del centro de la ciudad. El camino hasta el inicio formal ya es parte de la aventura, salpicado de puntos de interés que anticipan la magnificencia que está por venir. A medida que nos alejamos del centro, pasamos por lugares como la pintoresca Playa Bonita, ideal para una breve parada al borde del Lago Nahuel Huapi, o la zona de Isla Huemul y el Centro Atómico, que añaden un toque de historia y ciencia al paisaje.

El Corazón del Circuito: Puntos Clave

El recorrido principal del Circuito Chico, esos 23 kilómetros que forman el bucle central, está jalonado de paradas obligatorias, cada una con su propia magia y atractivo. Explorar estos puntos con calma es la clave para apreciar la magnitud de la belleza natural que rodea a Bariloche.

Cerro Campanario (Kilómetro 17.5)

Justo antes de llegar al punto de inicio/fin del circuito en el Km 18, encontramos uno de los íconos indiscutidos de Bariloche: el Cerro Campanario. Con una altura que supera ligeramente los 1.000 metros, este cerro es famoso por ofrecer la que muchos consideran una de las mejores vistas panorámicas del mundo. Se puede acceder a su cumbre de dos maneras: mediante una cómoda aerosilla que asciende suavemente, o para los más activos, a través de un sendero de trekking de dificultad baja, aunque constante en ascenso, que recompensa el esfuerzo con cada metro ganado.

Una vez en la cima, la vista es simplemente sobrecogedora. Desde el mirador 360 grados, la perspectiva abarca una colección de lagos y cerros que quitan el aliento. Se pueden observar con claridad las aguas del Lago Nahuel Huapi y el Lago Moreno, la pequeña y encantadora laguna El Trébol, la extensa Península San Pedro, la mítica Isla Victoria, y una serie de cerros emblemáticos como el Otto, López, Goye, Bella Vista, Catedral y Capilla. Además, desde aquí se aprecia la silueta inconfundible del Hotel Llao Llao y las arboledas que visten Colonia Suiza. En la cumbre, una confitería permite disfrutar de la vista con una bebida caliente o un refrigerio, y cuenta con sanitarios para la comodidad del visitante.

Península de San Pedro (Kilómetro 20)

Continuando el recorrido, alrededor del kilómetro 20, se encuentra la entrada a la Península de San Pedro. Este brazo de tierra que se adentra en el Lago Nahuel Huapi alberga el Club de Regatas y ofrece puntos con miradores donde detenerse para capturar la esencia del paisaje circundante. Es un lugar que invita a la calma y a la contemplación del vasto espejo de agua y las montañas que lo enmarcan.

Hotel Llao Llao y Alrededores (Kilómetro 23)

Llegando al kilómetro 23, nos encontramos con uno de los símbolos arquitectónicos de Bariloche: el majestuoso Hotel Llao Llao. Este edificio histórico se integra perfectamente en el paisaje gracias a su construcción en base a madera y piedra, y su interior exhibe una fina decoración que rememora épocas pasadas. Frente al hotel, la Capilla San Eduardo, con su arquitectura que armoniza con la naturaleza circundante, es otro punto de interés que merece una visita.

Adyacente al hotel se encuentra Puerto Pañuelo. Este es un punto neurálgico para quienes desean extender su exploración a través del agua, ya que desde aquí parten las embarcaciones que navegan por el Lago Nahuel Huapi hacia destinos tan icónicos como la Isla Victoria y el famoso Bosque de Arrayanes, o la excursión que se adentra en la tranquilidad de Puerto Blest y la Cascada de los Cántaros.

Parque Municipal Llao Llao

A poca distancia del Hotel Llao Llao, aproximadamente dos kilómetros, se extiende el Parque Municipal Llao Llao. Este parque es un paraíso para los amantes del senderismo y las caminatas suaves. Cuenta con una red de senderos bien señalizados que permiten adentrarse en el bosque nativo, ideal para realizar caminatas fáciles aptas para toda la familia y disfrutables en cualquier estación del año. Entre los senderos más populares se encuentran el ascenso al Cerro Llao Llao, que ofrece vistas complementarias a las del Campanario, la caminata que lleva hasta el muelle del pintoresco Lago Escondido, y el recorrido por la apacible Bahía Los Troncos. Explorar estos senderos permite conectar de manera más íntima con la naturaleza y descubrir rincones de serena belleza.

Arroyo Angostura

Siguiendo la ruta principal, se cruza el puente sobre el Arroyo Angostura. Este pequeño pero significativo curso de agua es un punto de unión entre el Lago Nahuel Huapi y el Lago Moreno. La vista desde el puente es espectacular en ambas direcciones, permitiendo contemplar el inusual color esmeralda de las aguas y las laderas montañosas que las abrazan. Más allá de su belleza escénica, el Arroyo Angostura tiene una importancia ecológica vital, ya que es utilizado como corredor por el huillín, la nutria endémica de la Patagonia, para desplazarse entre las costas de ambos lagos, convirtiéndolo en un lugar clave para su conservación.

Arroyo López

Otro de los puntos con un encanto particular dentro del circuito es el Arroyo López. Rodeado de un entorno de naturaleza exuberante y una tranquilidad palpable, este arroyo invita a una pausa. La leyenda local añade un toque místico: se dice que si bebes tres sorbos de sus aguas cristalinas, asegurarás tu regreso a Bariloche. Más allá de la leyenda, es un lugar refrescante y apacible.

Colonia Suiza

Desviándose de la ruta principal, pasando el puesto que marca el inicio de la picada hacia el Refugio López, se accede a Colonia Suiza. Esta pequeña aldea turística es un rincón con un marcado estilo europeo, fruto de la inmigración, que ofrece una experiencia cultural y gastronómica diferente. Es un lugar perfecto para pasear por sus ferias de artesanos, donde encontrar productos regionales, o deleitarse con comidas típicas, siendo el curanto uno de los platos más emblemáticos y una experiencia culinaria en sí misma. Desde Colonia Suiza también se puede acceder a senderos de trekking más exigentes, como el que lleva al Refugio Manfredo Segre sobre la Laguna Negra, o simplemente disfrutar de la playa y actividades acuáticas como kayak en el Lago Moreno.

Cervecerías con Vistas

A lo largo de la ruta del Circuito Chico, la tradición cervecera de Bariloche se hace presente con varias fábricas de cerveza artesanal estratégicamente ubicadas. Estas cervecerías no solo ofrecen la oportunidad de degustar una de las bebidas emblemáticas de la ciudad, acompañadas de exquisitos maridajes, sino que lo hacen con vistas inigualables a los lagos y montañas circundantes. Son paradas ideales para un descanso y para saborear Bariloche en todos los sentidos.

Punto Panorámico

A una altitud de 945 metros sobre el nivel del mar, el Punto Panorámico es, como su nombre indica, uno de los miradores esenciales del circuito. Desde aquí, la vista se abre para mostrar el Lago Moreno en toda su extensión, la Península Llao Llao con el icónico hotel destacando en el paisaje, y a la distancia, una porción del Lago Nahuel Huapi. Es un lugar donde la magnitud del paisaje se vuelve palpable y las oportunidades fotográficas son infinitas.

Puente Lago Moreno

Continuando por la orilla del Lago Moreno, se llega al puente que divide sus partes este y oeste. Este punto ofrece acceso a una playa protegida del viento, con aguas notablemente cristalinas, ideal para quienes deseen darse un chapuzón o incluso practicar buceo. Cerca de este puente también se encuentra otro desvío que conduce a Colonia Suiza, ofreciendo una ruta alternativa para llegar a la aldea.

La vuelta del circuito se completa pasando por la hermosa laguna El Trébol, cuyas aguas reflejan el cielo y el entorno, hasta el empalme nuevamente con la Avenida Bustillo, que es la vía de regreso al centro de la ciudad. Este cierre del circuito permite recapitular mentalmente la belleza y diversidad de los paisajes recorridos.

Recorriendo el Circuito Chico: Opciones y Modalidades

La versatilidad del Circuito Chico permite explorarlo de diversas maneras, adaptándose a los gustos y ritmos de cada visitante. La elección del medio de transporte o la modalidad de recorrido influirá en la experiencia, haciendo que cada visita pueda sentirse única.

La forma más común y flexible de realizar el circuito es en auto. La ruta está completamente asfaltada, lo que facilita el desplazamiento y permite detenerse en los puntos de interés el tiempo que se desee. Recorrerlo en auto ofrece la libertad de explorar a propio ritmo y acceder fácilmente a todos los desvíos y miradores.

Para los amantes de la actividad física, el circuito ofrece excelentes oportunidades para recorrerlo a pie o en bicicleta. Si bien recorrer los 23 km completos a pie por el borde de la ruta es una opción exigente, existen numerosos senderos internos en los bosques, como los del Parque Municipal Llao Llao, que son perfectos para caminatas más cortas y sumergirse en la naturaleza. Recorrer el circuito en bicicleta es una opción desafiante y muy gratificante, especialmente en los meses más cálidos, permitiendo apreciar el paisaje desde otra perspectiva y disfrutar del aire libre de manera activa.

Otra alternativa es contratar una excursión guiada. Muchas agencias de turismo en Bariloche ofrecen este paseo, que suele durar aproximadamente 4 horas e incluye paradas en los puntos más relevantes con explicaciones a cargo de guías locales. Esta modalidad es ideal para quienes prefieren no preocuparse por la logística y desean aprender sobre la historia, geografía, flora y fauna de la región de la mano de expertos.

Duración del Recorrido

El tiempo necesario para completar el Circuito Chico puede variar significativamente dependiendo de la modalidad elegida y de cuánto tiempo se dedique a cada parada. En general, si se realiza en auto o con una excursión guiada, el recorrido completo con paradas en los puntos principales suele demandar alrededor de 4 horas. Sin embargo, si se opta por hacerlo por cuenta propia en auto y se dedica tiempo a explorar senderos, visitar Colonia Suiza con calma, o disfrutar de alguna cervecería, la duración puede extenderse fácilmente a medio día o incluso más.

Circuito Chico vs. Circuito Grande: Una Comparación

Bariloche ofrece múltiples circuitos para explorar sus alrededores, siendo el Circuito Chico y el Circuito Grande los más conocidos. Aunque ambos muestran la belleza patagónica, difieren notablemente en extensión, duración y enfoque. Entender estas diferencias ayuda a planificar la visita.

Mientras el Circuito Chico se concentra en los puntos más icónicos y cercanos a Bariloche, ofreciendo una experiencia intensa y relativamente corta, el Circuito Grande es una aventura mucho más extensa que se adentra en la provincia de Neuquén, conectando varias localidades y lagos a través de la Ruta de los Siete Lagos. Si el Circuito Chico es una "degustación" concentrada de la belleza local, el Circuito Grande es un "banquete" que requiere más tiempo y preparación.

Preguntas Frecuentes sobre el Circuito Chico

A continuación, respondemos algunas dudas comunes que suelen surgir al planificar la visita al Circuito Chico:

¿Cuál es el punto de inicio del Circuito Chico?

El bucle principal del circuito comienza y termina en la rotonda del Kilómetro 18 de la Avenida Bustillo. Sin embargo, la experiencia turística suele empezar desde el centro de Bariloche, recorriendo la Avenida Bustillo hasta ese punto, pasando por otros atractivos como Playa Bonita.

¿Cuánto tiempo se necesita para hacer el Circuito Chico?

El recorrido básico con paradas cortas en los puntos principales dura aproximadamente 4 horas. Si se planea hacer trekking, visitar Colonia Suiza con calma, o disfrutar de una cervecería, se puede extender a 6 horas o más.

¿Se puede hacer el Circuito Chico en transporte público?

Sí, es posible hacerlo utilizando las líneas de colectivo que circulan por la Avenida Bustillo, pero requiere planificar los horarios y transbordos para cada parada.

¿Es recomendable hacer el circuito en bicicleta?

Sí, es una opción popular y desafiante, especialmente en primavera, verano y otoño. Requiere buena condición física, ya que hay algunas pendientes, pero permite disfrutar del paisaje de manera activa.

¿Cuál es la mejor época del año para visitar el Circuito Chico?

El Circuito Chico se puede visitar durante todo el año. Cada estación ofrece un paisaje diferente: el verde intenso en verano, los ocres y rojos en otoño, los colores florecidos en primavera y el encanto nevado en invierno. Las condiciones de acceso suelen ser buenas durante todo el año debido a que la ruta principal está asfaltada.

¿Es necesario contratar un guía turístico?

No es estrictamente necesario si se cuenta con movilidad propia (auto o bicicleta) y se ha estudiado el recorrido. Sin embargo, una excursión guiada enriquece la experiencia con información sobre la historia y el entorno natural.

En conclusión, el Circuito Chico es una experiencia esencial para cualquier visitante de Bariloche. Es un recorrido que concentra una belleza paisajística excepcional en un trayecto accesible, ofreciendo múltiples opciones para disfrutarlo a propio ritmo. Lagos, montañas, bosques, miradores, cultura y gastronomía se dan cita en este paseo que, sin duda, invita a volver.

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