13/10/2025
La historia de las bicicletas Olmo es un relato de persistencia y pasión por el ciclismo en Argentina, entrelazado con la importancia de elegir el equipamiento adecuado, especialmente para los más pequeños. Conocer el origen de una marca tan reconocida y entender cómo seleccionar el tamaño correcto de bicicleta, conocido como rodado, son pasos fundamentales para cualquier entusiasta de las dos ruedas, ya sea un adulto recordando su infancia o un padre buscando la primera bicicleta para su hijo.

El Origen de Bicicletas Olmo: Una Trayectoria Argentina
La marca Olmo nació en la localidad de Morón, en el oeste del conurbano bonaerense, en la década de los 50. Un grupo de industriales del gremio de las bicicletas decidió registrar el nombre, marcando así el inicio de una historia que, aunque breve en su primera etapa, sentaría las bases para lo que vendría después. Esta primera fase fue fundamental para establecer la presencia inicial de la marca en el mercado local.
Expansión y Gloria en los 80
La segunda etapa de Olmo comenzó en 1974, un momento clave cuando la marca fue adquirida por un fabricante ya establecido, productor de las bicicletas Gala y Minigala. Esta adquisición impulsó una significativa expansión comercial. Olmo empezó a ganar gran aceptación, vendiéndose no solo en bicicleterías tradicionales, sino también de forma innovadora en casas de artículos para el hogar. Los años 80 fueron el apogeo de la marca, coincidiendo con la gloria deportiva del ciclista argentino Marcelo Alexandre, multicampeón y líder del equipo de ruta patrocinado por Olmo. Durante esta década de éxito, la empresa también invirtió en infraestructura, construyendo y poniendo en marcha una nueva planta modelo, lo que reflejaba su crecimiento y consolidación en el mercado.
Crisis, Quiebra y el Renacimiento
La década de 1990 no fue fácil para Olmo. Entre 1990 y 1995, una severa crisis económica llevó a la marca a la quiebra. Sin embargo, esta difícil etapa fue también un punto de inflexión, marcando la transición hacia una nueva fase. En 1999, dos industriales del gremio de las bicicletas vieron una oportunidad y, tras adquirir los bienes inmuebles y las marcas en un remate judicial, decidieron relanzar Olmo y devolverle su valor en el mercado. A ellos se unieron nuevos integrantes, conformando la sociedad que administra la empresa en la actualidad. Esta tercera y última etapa se ha caracterizado por un fuerte enfoque en el diseño y la calidad de los productos.
Olmo Hoy: Innovación y Profesionalismo
A lo largo de su extensa trayectoria, Olmo ha logrado un amplio reconocimiento en el mercado argentino, superando transformaciones, crisis y la fuerte competencia de productos importados de prestigio mundial. La filosofía actual de la empresa, según su director Sergio Berman, se centra en ofrecer productos confiables e innovadores que se distinguen por su calidad y diseño. Han introducido diversas innovaciones y cubren un amplio espectro de modelos, diseñados para todas las edades, géneros y estilos de ciclismo, desde bicicletas para niños hasta modelos urbanos y deportivos.
Manteniendo la tradición de apoyo al deporte que tan bien le funcionó en los 80 con Marcelo Alexandre, desde 2005 Olmo patrocina un equipo de corredores de MTB (mountain bike), que compite en las principales carreras del país, Juegos Panamericanos y campeonatos mundiales. Esta conexión con el deporte no solo refuerza la imagen de la marca, sino que también permite probar y mejorar sus productos en condiciones exigentes.
La empresa, que tuvo orígenes y gran parte de su vida como una organización familiar, hoy opera con una mentalidad profesional. Esto se debe a incorporaciones clave y proyectos iniciados desde principios de 2011 para mejorar la gestión y la calidad de los productos. Se han implementado capacitaciones para directores, gerentes, supervisores y mecánicos, y se trabaja con ingenieros industriales para optimizar las prácticas productivas, actualizar el equipamiento y definir rigurosos controles de calidad.
El desarrollo de áreas como Recursos Humanos, Marketing, Diseño Industrial y Calidad y Servicio Técnico ha sido fundamental. Esto ha permitido fortalecer la relación con los empleados, implementar estrategias de planificación comercial efectivas, emplear nuevas herramientas de venta, desarrollar productos con un enfoque en aspectos ergonómicos y brindar una asistencia técnica de calidad al cliente, mejorando la experiencia general del usuario.
En el contexto actual de crecimiento de la demanda de bicicletas en áreas urbanas, donde cada vez más personas las adoptan como medio de transporte diario, Olmo produce anualmente 40.000 bicicletas. La empresa ha puesto un fuerte énfasis en el desarrollo de su línea urbana para satisfacer estas nuevas necesidades, impulsadas por cambios culturales, tendencias y planes de financiación como Ahora 12. Este crecimiento es especialmente notable en el área metropolitana de Buenos Aires, donde la suba estimada es de un 10-15%, y las ventas de Olmo han crecido por encima de ese valor.

El Rodado de la Bicicleta: Clave para la Experiencia Infantil
Más allá de la historia de una marca, un aspecto crucial al elegir una bicicleta, especialmente para los niños, es el concepto de rodado. Recordar la emoción de la primera bicicleta es algo que muchos desean replicar para sus hijos. Sin embargo, la elección va más allá de la estética; la comodidad y la seguridad son primordiales.
Para que un niño disfrute plenamente de la experiencia de andar en bicicleta, el rodado debe ser el adecuado para su altura y edad. Una bicicleta con el rodado incorrecto puede ser difícil de controlar, incómoda e incluso insegura, frustrando al niño y alejándolo de una actividad tan beneficiosa.
¿Qué es el Rodado y Por Qué Importa?
El rodado de una bicicleta se refiere al diámetro externo de la llanta. En el caso de las bicicletas infantiles, los rodados se miden comúnmente en pulgadas, calculando la distancia desde el suelo hasta el centro de la rueda y multiplicando por dos. La elección del rodado adecuado es importante porque afecta directamente la estabilidad, el manejo y la facilidad de pedaleo.
Las variables principales a considerar al elegir el rodado son la edad y la altura del ciclista. Si bien un diámetro más grande requiere menos energía para mantener la bicicleta en movimiento una vez lanzada, esto no significa que un rodado grande sea siempre mejor, especialmente para principiantes o niños pequeños. El tamaño debe ser proporcional al usuario.
Rodados Comunes para Niños
Para bicicletas infantiles, los rodados más frecuentes son 12”, 16”, 20” y 24”. Existe una variedad de diámetros de ruedas dentro de estos modelos, y siempre es crucial elegir el más adecuado a las necesidades específicas del niño o niña.
La edad y la altura son los factores determinantes. La siguiente tabla comparativa ofrece una guía general para saber qué rodado suele ser el recomendado según estos factores:
| Rodado | Altura Recomendada | Edad Aproximada |
|---|---|---|
| 12” | 70 a 85 cm | 2 a 4 años |
| 14” | 85 a 100 cm | 3 a 5 años |
| 16” | 100 a 110 cm | 4 a 6 años |
| 18” | 110 a 120 cm | 5 a 7 años |
| 20” | 120 a 140 cm | 6 a 9 años |
| 24” | 140 a 160 cm | 8 a 11 años |
| 26” | Más de 160 cm | Más de 12 años |
Es importante recordar que esta tabla es una guía general. La altura es un indicador más preciso que la edad, ya que los niños crecen a ritmos diferentes.
Consideraciones Adicionales al Elegir
Además de la altura y la edad, hay otros aspectos a tener en cuenta para asegurar la elección correcta del rodado:
- Superficie y Tipo de Actividad: El uso previsto de la bicicleta influye. No es lo mismo una bicicleta para pasear por la ciudad que una para terrenos irregulares o montaña.
- Alcance de Pedales y Manubrio: El niño debe poder sentarse y tocar el suelo con la punta de los pies para tener estabilidad al detenerse. También debe alcanzar el manubrio cómodamente con los codos ligeramente flexionados para un buen control. Asegurarse de que pueda accionar los frenos sin dificultad es vital para la seguridad.
- Posicionamiento de los Pies al Detenerse: Cuando el niño está parado sobre el suelo con la bicicleta entre las piernas, debe haber un espacio libre entre el tubo superior del cuadro y su entrepierna. Esto evita golpes en caso de bajarse repentinamente del asiento.
Considerando estos detalles junto con la tabla de rodados, podrás tomar una decisión informada para encontrar la bicicleta perfecta.
Seguridad y Comodidad: Prioridades Clave
La principal razón para elegir el rodado adecuado es garantizar la seguridad y comodidad del niño. Una bicicleta del tamaño correcto le permitirá maniobrar con confianza, aprender a equilibrarse más fácilmente y reaccionar a tiempo ante obstáculos o situaciones inesperadas. La comodidad, por su parte, asegura que disfrute del paseo y quiera seguir andando.

Puede ser tentador comprar una bicicleta demasiado grande para que "le dure más". Sin embargo, esto es contraproducente. Una bicicleta grande es más pesada y difícil de manejar para un niño pequeño. Le costará controlarla, alcanzar los pedales y el manubrio, y detenerse de forma segura. Esto puede generar frustración y miedo, en lugar de diversión.
Rodados para Rendimiento vs. Principiantes
Si bien el artículo se enfoca en bicicletas infantiles, el concepto de rodado influye en el rendimiento. Para cubrir distancias más largas con menor esfuerzo, un rodado más grande (como el 24” en niños mayores o 26”/29” en adultos) es generalmente más eficiente. Un rodado mayor también ofrece más superficie de contacto con el suelo, mejorando la tracción y la capacidad de superar obstáculos.
Por el contrario, para un ciclista menos experimentado o que recién empieza, un rodado más pequeño puede ser preferible (dentro del rango adecuado para su tamaño). Las bicicletas con rodados más pequeños suelen ser más ligeras y manejables, lo que facilita mantener el control, especialmente a bajas velocidades o al aprender.
Preguntas Frecuentes sobre Rodados Infantiles
¿Cómo saber el rodado de una bicicleta de niño?
El rodado de una bicicleta de niño se determina principalmente en función de su altura y edad. Puedes utilizar tablas comparativas que relacionan la altura y la edad del niño con el diámetro de rueda recomendado. La tabla proporcionada anteriormente es una excelente guía inicial. Mide la altura del niño y compárala con el rango de altura sugerido para cada rodado.
¿Cómo saber cuál es el rodado de una bici?
El tamaño del rodado se mide en pulgadas. Aunque para saber la medida exacta se mide el diámetro externo de la llanta, en la práctica se utilizan tablas de referencia basadas en la altura del ciclista. Para niños, los rodados más comunes son 12”, 16”, 20” y 24”. A partir de 26” son tamaños más frecuentes para adolescentes y adultos. A menudo, el rodado está indicado en el lateral del neumático.
¿Qué rodado de bicicleta es para cada edad?
Aunque la altura es un factor más preciso, se pueden dar rangos de edad aproximados para cada rodado infantil:
- Rodado 12”: Para niños de 2 a 4 años.
- Rodado 14”: Generalmente para niños de 3 a 5 años.
- Rodado 16”: Suele ser para niños de 4 a 6 años.
- Rodado 18”: Apropiado para niños de 5 a 7 años.
- Rodado 20”: Se ajusta a niños de 6 a 9 años.
- Rodado 24”: Va mejor para niños de 8 a 11 años.
- Rodado 26”: Para niños mayores de 12 años o con una altura superior a 160 cm.
Recuerda que estos son solo rangos aproximados y la altura del niño es el factor más importante a considerar.
Conclusión
La historia de Olmo es un testimonio de la evolución de la industria de la bicicleta en Argentina, marcada por etapas de éxito, crisis y adaptación. Hoy, la marca se enfoca en la calidad y la innovación, manteniendo su lugar en un mercado competitivo. Paralelamente, la elección de la bicicleta correcta, especialmente para los niños, es fundamental para fomentar el disfrute del ciclismo de forma segura y cómoda.
Elegir el rodado adecuado es quizás el paso más importante al seleccionar una bicicleta infantil. Factores como la altura, la edad, el uso previsto y la capacidad del niño para manejar y detener la bicicleta deben ser evaluados cuidadosamente. Utilizar una tabla de rodados como guía y realizar pruebas de ajuste son esenciales. Asegurar que el niño pueda tocar el suelo con los pies y alcanzar los controles cómodamente garantiza una experiencia positiva y segura. Al prestar atención a estos detalles, estamos invirtiendo en la diversión y el desarrollo saludable de los futuros ciclistas.
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