28/11/2022
La búsqueda de la velocidad es una constante en el mundo del ciclismo, ya sea para competir, mejorar la forma física o simplemente disfrutar de la sensación de desplazarse rápidamente. Pero, ¿qué bicicleta es la más adecuada para alcanzar altas velocidades y cómo podemos optimizar nuestro rendimiento, no solo pedaleando más rápido, sino incluso mejorando nuestra velocidad en otras disciplinas como la carrera a pie? En este artículo, exploraremos estas preguntas y desvelaremos estrategias y consejos para convertirnos en ciclistas (y corredores) más veloces.

A menudo, la primera pregunta que surge al pensar en velocidad es qué tipo de bicicleta es inherentemente más rápida. La respuesta depende en gran medida del terreno. En superficies lisas y pavimentadas, como carreteras o carriles bici, una bicicleta de carretera es, sin duda, la campeona de la velocidad. Esto se debe a una combinación de factores clave:
- ¿Bicicleta de Carretera o de Montaña? La Batalla por la Velocidad
- El Ciclismo como Aliado del Corredor: ¿Puede la Bici Mejorar tu Velocidad al Correr?
- La Ciencia Detrás de la Mezcla: Investigaciones y Hallazgos
- Integrando el Ciclismo en tu Rutina de Correr: Estrategias Efectivas
- Maximizando tu Velocidad sobre Dos Ruedas: Trucos para ser más Rápido
¿Bicicleta de Carretera o de Montaña? La Batalla por la Velocidad
La elección entre una bicicleta de carretera y una de montaña (MTB) si tu objetivo principal es la velocidad pura sobre asfalto es sencilla. Las bicicletas de carretera están diseñadas específicamente para este propósito. Su cuadro ligero y su geometría permiten una posición más aerodinámica para el ciclista, reduciendo la resistencia al viento, que es el principal enemigo de la velocidad a partir de ciertas velocidades. Además, cuentan con neumáticos finos y lisos que minimizan la fricción con el pavimento. Las ruedas de mayor diámetro (generalmente 700c) también contribuyen a mantener la velocidad una vez alcanzada.

Por otro lado, las bicicletas de montaña están construidas para la resistencia y la tracción en terrenos irregulares. Tienen cuadros más robustos (y por tanto, más pesados), suspensiones que absorben impactos y neumáticos anchos con tacos profundos para agarrarse a la tierra, rocas y barro. Si bien son increíblemente eficientes en su entorno natural, en asfalto, todas estas características se convierten en desventajas para la velocidad: el peso extra, la resistencia de la suspensión y, sobre todo, la gran fricción de los neumáticos, las hacen considerablemente más lentas que una bicicleta de carretera.
Por lo tanto, si tu intención es rodar rápido en carretera, la bicicleta de carretera es la elección obvia. Si buscas velocidad en senderos y caminos de tierra, una MTB de cross-country (XC) sería la opción más rápida dentro de su categoría, pero nunca igualará la velocidad de una bicicleta de carretera en asfalto.
El Ciclismo como Aliado del Corredor: ¿Puede la Bici Mejorar tu Velocidad al Correr?
Puede parecer contradictorio, pero sí, montar en bicicleta puede ayudarte a correr más rápido. Mejorar tu rendimiento en la carrera a pie no siempre significa pasar más tiempo machacándote en el asfalto o la cinta. De hecho, según expertos, "hacer demasiado de un solo tipo de actividad puede sobrecargar tus músculos y provocar una lesión por uso excesivo".
Un enfoque de entrenamiento más inteligente implica utilizar tus músculos de manera diferente. Aquí es donde entra el ciclismo. Andar en bicicleta o en bicicleta estática puede ser una herramienta valiosa para mejorar tu velocidad de carrera. ¿Cómo es esto posible? A continuación, exploraremos la investigación detrás de esta interesante conexión y cómo puedes integrar eficazmente el ciclismo en tu rutina de entrenamiento de carrera.
La Ciencia Detrás de la Mezcla: Investigaciones y Hallazgos
Para responder a la pregunta de si el ciclismo puede ayudarte a correr más rápido, es útil observar la investigación existente. Aunque se necesita más estudio, los hallazgos iniciales son prometedores.
Un estudio publicado en la revista Sports en 2019 exploró los efectos del ciclismo en el rendimiento de carrera, la longitud de la zancada y la saturación de oxígeno en 12 triatletas. Descubrieron que el ciclismo mostró un efecto positivo en el rendimiento de carrera. Los participantes del estudio corrieron más rápido después de andar en bicicleta que después de un día de descanso, y aumentaron tanto la longitud de su zancada como la saturación de oxígeno. Los investigadores sugirieron que el ciclismo podría ser una forma efectiva de mejorar el rendimiento en carrera y que es una buena idea integrar el ciclismo en un programa de entrenamiento de carrera.

Otro estudio de 2016 en Sports Medicine investigó cómo realizar diferentes intervalos de trabajo-descanso en una bicicleta podría impactar el rendimiento de carrera. Doce ciclistas masculinos se dividieron en tres grupos, cada uno realizando un tipo diferente de entrenamiento ciclista de alta intensidad (intervalos de 30s, 1 min, 2 min de trabajo con igual tiempo de descanso). Midieron el rendimiento de carrera de los ciclistas evaluando el VO2 máx (consumo máximo de oxígeno), el tiempo en una carrera de 5 km y la economía de carrera (cuán eficientemente se gasta energía para correr una distancia/velocidad). Los tres grupos mostraron mejoras positivas, pero el grupo que realizó intervalos de 30 segundos de trabajo y 30 segundos de descanso mostró la mejora más significativa en VO2 máx y economía de carrera.
Si bien el tamaño de la muestra en ambos estudios es pequeño y no permite conclusiones firmes, sugieren fuertemente que el ciclismo, particularmente el entrenamiento a intervalos, podría ser beneficioso para los corredores. El ciclismo ayuda a construir la fuerza muscular en las piernas (cuádriceps, isquiotibiales, gemelos) y mejora la capacidad cardiovascular, ambos factores cruciales para la carrera a pie. Además, al ser un deporte de bajo impacto, permite entrenar el sistema cardiovascular y muscular sin el estrés repetitivo en las articulaciones que implica correr, ayudando a reducir el riesgo de lesiones por sobreuso.
Integrando el Ciclismo en tu Rutina de Correr: Estrategias Efectivas
Si eres corredor y quieres experimentar los posibles beneficios del ciclismo, aquí tienes tres formas de incorporarlo a tu plan de entrenamiento:
1. Considera el Entrenamiento por Intervalos en Bicicleta: Como vimos en la investigación, los intervalos pueden ser muy efectivos. Puedes probar sesiones de alta intensidad alternando periodos cortos de esfuerzo máximo con periodos de recuperación. Empieza con intervalos cortos y ve aumentando gradualmente el tiempo o la intensidad a medida que tu forma física mejora. Por ejemplo, 30 segundos a alta intensidad seguidos de 30 segundos de pedaleo suave, repetido varias veces.
2. Incluye Salidas Largas en Bicicleta: Si el entrenamiento de alta intensidad no es lo tuyo o quieres variar, puedes añadir salidas más largas en bicicleta a tu semana. Estas sesiones de resistencia en bici pueden ayudarte a fortalecer tus músculos, te dan un descanso necesario del impacto de correr y pueden hacer que disfrutes más del entrenamiento en general. Una salida de 1-2 horas a ritmo constante puede ser un excelente entrenamiento cruzado.
3. Prueba los 'Brick Workouts' (Entrenamientos Ladrillo): Este estilo de entrenamiento combina dos formas de ejercicio, como correr y andar en bicicleta, en una sola sesión. Es común en el entrenamiento para triatlón. Por ejemplo, podrías montar en bicicleta durante 45 minutos y luego bajarte inmediatamente para correr 20-30 minutos. O viceversa. La clave es acostumbrar a tu cuerpo a la transición entre las disciplinas. Al principio, comienza con duraciones cortas (5-10 minutos de cada una) y aumenta gradualmente.
Maximizando tu Velocidad sobre Dos Ruedas: Trucos para ser más Rápido
Además del tipo de bicicleta y el entrenamiento, hay varios trucos y ajustes que puedes hacer para mejorar tu velocidad al pedalear:
- Vigila la Presión de las Ruedas: Un factor sorprendentemente importante. Neumáticos con la presión correcta reducen la resistencia a la rodadura. Estudios han demostrado que mantener la presión adecuada puede significar un ahorro significativo de vatios (energía) en comparación con neumáticos poco inflados. Revisa la presión antes de cada salida y ajústala según las recomendaciones del fabricante de tus neumáticos y tu peso. Una presión demasiado baja aumenta la fricción; una demasiado alta puede hacer la bici incómoda y menos controlable, además de aumentar el riesgo de pinchazos.
- Pedalea de Manera Más Inteligente: La potencia no lo es todo. Evita los cambios bruscos de ritmo o los esfuerzos máximos innecesarios, especialmente en salidas largas o competiciones. Mantener un ritmo constante y eficiente te permitirá conservar energía para cuando realmente la necesites. Piensa en la salida o carrera completa, no solo en superar la próxima cuesta o al ciclista de delante. Trabajar en tu cadencia (revoluciones por minuto del pedal) también puede mejorar la eficiencia. Una cadencia más alta (por ejemplo, 80-100 RPM) suele ser más eficiente que pedalear con fuerza a una cadencia baja.
- Mantén la Transmisión Limpia y Lubricada: Un mantenimiento básico pero crucial. Una cadena, platos y piñones limpios y bien lubricados funcionan de manera más eficiente, reduciendo la fricción y, por lo tanto, ahorrando energía que se traduce en velocidad. La suciedad y el desgaste en la transmisión pueden costarte vatios valiosos y acelerar el deterioro de componentes caros. Una limpieza regular es una de las formas más fáciles y efectivas de ser un ciclista más rápido.
- Optimiza tu Aerodinámica: Tú eres el principal obstáculo para el viento. Adoptar una posición más agachada y compacta sobre la bicicleta reduce tu área frontal y, por tanto, la resistencia aerodinámica. Esto es especialmente importante a velocidades más altas, donde la resistencia del aire se convierte en el factor dominante. Trabaja en sentirte cómodo en una posición más agresiva si tu bicicleta lo permite. Además, la aerodinámica de la propia bicicleta y cómo llevas tus accesorios también influye. Evita llevar bultos innecesarios o bidones mal colocados que puedan crear resistencia. Cada pequeño detalle aerodinámico suma.
En resumen, si bien una bicicleta de carretera es la más rápida en asfalto por diseño, el ciclismo en general ofrece beneficios que van más allá de la velocidad sobre dos ruedas, pudiendo incluso potenciar tu rendimiento como corredor. Integrar el ciclismo en tu rutina de entrenamiento, ya sea con intervalos, salidas largas o entrenamientos ladrillo, puede mejorar tu forma física de manera integral. Además, prestando atención a detalles como la presión de los neumáticos, la eficiencia del pedaleo, el mantenimiento de la bicicleta y tu propia aerodinámica, puedes exprimir cada vatio de potencia y ser un ciclista más rápido.

El ciclismo es una disciplina rica y versátil. Explorar sus diferentes facetas, desde la velocidad pura en carretera hasta su potencial como entrenamiento cruzado, puede abrirte nuevas vías para mejorar tu rendimiento deportivo y disfrutar aún más del proceso.
Preguntas Frecuentes
¿Es el ciclismo un buen entrenamiento cruzado para correr?
Sí, definitivamente. El ciclismo fortalece los músculos de las piernas y mejora la capacidad cardiovascular sin el alto impacto de correr, lo que ayuda a prevenir lesiones por uso excesivo.
¿Cuántos días a la semana debería andar en bicicleta si soy corredor?
Depende de tu plan de entrenamiento general y tus objetivos. Puedes empezar con 1-2 sesiones de ciclismo a la semana, alternando con tus días de carrera. Escucha a tu cuerpo y ajusta según necesites.
¿Necesito una bicicleta de carretera cara para ser rápido?
Una bicicleta de carretera de gama alta con componentes ligeros y aerodinámicos puede marcar una diferencia, pero mejorar tu forma física, técnica de pedaleo y aerodinámica personal, así como mantener tu bicicleta en buen estado, suelen tener un impacto mayor y más accesible en tu velocidad.
¿Los trucos de velocidad se aplican a todo tipo de ciclismo?
Algunos, como el mantenimiento de la transmisión o la presión de los neumáticos (ajustada al terreno), son universales. Otros, como la aerodinámica, son más críticos en disciplinas donde se alcanzan altas velocidades, como el ciclismo de carretera o contrarreloj.
¿El entrenamiento en rodillo (bicicleta estática) ofrece los mismos beneficios?
Sí, el entrenamiento en rodillo es una excelente alternativa, especialmente para los entrenamientos por intervalos o cuando el clima no permite salir. Ofrece un control preciso de la intensidad y la cadencia, y también mejora la fuerza y la capacidad cardiovascular.
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